
ed 11/52
2021 esta por terminarse, y llegamos a la edición 11 de este newsletter, 11 de 52 ediciones que es el objetivo planteado desde que me decidí a subirme a este proyecto. Que sea una semana de fin de año no me detiene a escribir.
Por naturaleza tendemos a ver el término de un año como el cierre de un ciclo y una oportunidad para iniciar uno nuevo de la mejor forma (aspirando a hacerlo de mejor que el ciclo anterior). No está mal, pero no necesitamos que un año termine para comenzar una nueva meta, así que no te abrumes si aún no tienes claro que quieres lograr en el 2022, lo importante no solo es la meta si que logres mejorar algo en tu vida; incluso trabajar menos y disfrutar más la vida, desconectarte de redes sociales y leer menos en la pantalla (solo no dejes de leer Iterative Thinking por favor ¡ja!). Tú eres quien decide el significado de mejorar, así que reflexiónalo y llévalo a cabo.
Este 2021 me dejó mucho aprendizaje, sobre todo personalmente, he aprendido a lidiar con la culpa de no lograr todo lo que me propongo. Entendí que hay que disfrutar el camino aunque nuestro objetivo sea llegar a la meta, porque llegar a la meta únicamente es un momento, que se saborea mejor cuando disfrutaste del viaje. Así que, he aprendido a soltar.
Aprender a soltar en la vida es igual a soltar ciertas ideas cuando diseñas, algunas no terminan de madurar, a veces no salen como las planeas. Habrá que adaptarse, ser flexible y estar abierto a otras opciones que en un principio ni imaginamos.
Pero eso no implica que no hay que planear, sino que hay que estar listo para improvisar, para adaptarte; verás otros paisajes (ideas), tendrás que ir por otros caminos, e inevitablemente llegarás a la meta (la solución al problema), solo quizás el viaje no será como lo planeaste originalmente.
Nunca es perfecto. Así que nada con la ola, no contra la ola
Antes de que sientas frustrado, te recomiendo que te centres en avanzar de poco a poco. Personalmente, tengo la meta en 2022 de leer más (me refiero a libros), y he logrado en los últimos dos meses pasar de dosis de 5-10 minutos a leer al menos 45 minutos al día (al menos 4 días de los 5 de trabajo, lo que leo en el fin de semana es un plus). Pero la primera semana no leí nada, no encontraba ese momento para hacerlo, dejé de centrarme en cubrir mi objetivo de tiempo de lectura y me enfoqué solamente en leer, así solo leyera una o dos páginas. Poco es mejor que nada, y tu cerebro dejará de luchar contra ese nuevo hábito que intentas formar. Sin darme cuenta logré esa sesión que buscaba de 45 minutos, dividida en sesiones más pequeñas, pero esto sucedió hasta por ahí de la cuarta semana.
El truco está en seguir con el plan aunque no se logre al cien. 10 minutos de lo que sean son mejor que la idea de querer hacerlo. Y sin un día no logras nada, no importa, sigue intentándolo.
Cuando diseñamos debemos de hacer zoom out de la foto completa y entender que funciona y que no. Podemos aplicar lo mismo a lo que hacemos todos los días. Esto es un diálogo interno que debes de tener, ¿para qué y por qué haces las cosas? No voy a negar la influencia que el mundo exterior ejerce sobre nosotros, la cultura que alaba la híper-productividad y las redes sociales idealizan el status quo: gente perfecta. Pero no se trata de compararse con el vecino, sino contigo mismo, intenta ser una versión mejorada de ti mismo y que en 3 meses, 6 meses o un año, veas ese resultado.
¡Les deseo lo mejor para este 2022!, hoy no habrá distracciones (recomendaciones), disfruten con sus seres queridos y si les apetece, escriban un mensaje, ya sea Twitter o email contándome de que esperan para el 2022.