El legado

Hoy hablaré de una reflexión muy personal, no tiene que ver con diseño pero sí con mi concepción sobre la vida y nuestro propósito.
ed 48
Cuando estudiaba la preparatoria, no pregunten fue hace mucho, el concepto de trascendencia me cautivo, la idea de que se hablara de mí después de haberme ido era muy poderosa, dejar un legado, algo por lo cual ser recordado.
Y quizás esto hizo que cuando acabé la carrera me entregué por completo a crecer profesionalmente, mientras tuve trabajos fijos freelanceaba como loco, la meta era lograr cosas grandes. Creo que esa idea de legado me motivaba, pero no lo voy a negar, mi pasión y amor por el diseño fue el complemento para volverme un workaholico con ganas de aprender.
Mi idea de legado ha evolucionado. Puedo decir que vivo bien, amo lo que hago y tengo la mejor familia, soy feliz, no porque tengo todo lo que quiero (porque no es así), sino porque disfruto lo que tengo.
Hace más 6 años pasó uno de los eventos más importantes en mi vida, que si bien ya estaba planeado, no tenía idea de como cambiaría mi forma de ver las cosas: mi hija nació.
Comencé a entender que lo interesante de la vida no es la meta sino el camino. Los momentos que vivo con mi hija son único, seguramente me perderé algunos, pero en los que esté, estaré de forma plena, porque la vida es eso que pasa entre decidir, comerse el mundo y lograrlo.
En este rango de tiempo entre definir nuestro objetivo y conseguirlo es donde podemos atesorar los mejores momentos e irrepetibles de nuestra vida, o pasarlos de largos por vivir obsesionados con el futuro, con la meta, con el “cuando lo logre”.
Soy realista, aunque hago lo mejor que puedo, no creo pasar a los libros de historia, no creo ser aquel que cambie algo trascendente de forma directa dejando su legado. El mantenerme presente se ha hecho primordial (y no siempre lo logro por mis obsesiones con el futuro). Un día mi hija me pide ayuda para sostener un plato y al siguiente ella sola se sirve cereal sin pedirme ayuda.
Además, me di cuenta de que así como la experiencia de un producto va a suceder la diseñemos o no (de forma consciente). Mi hija aprenderá de mí, sea o no consciente de ello. Tengo que ser claro y contundente en los mensajes que voy a dar, tengo que estar ahí y no en piloto automático.
Mi hija será la propia protagonista de su historia, pero yo puedo ser un habilitador, aquel que le ayude a conocer el mundo y entenderlo, me gusta pensar que puedo ayudar a formar una buena ciudadana del mundo, que puedo poner mi granito de arena… mi legado.
Comencé a mirar con esta perspectiva mi vida profesional, ¿Y sin en lugar de un protagonista soy un habilitador? Si puedo ayudar a otros a conocer el mundo del diseño cuando están dando sus primeros pasos. Si cuando estoy con un par más joven puedo catalizar su proceso de crecimiento, porque además en ese proceso aprendo y crezco; quizás me gusta pensar que sirvo a algo más grande que mi propio valor individual, aportar al colectivo de diseño de una forma indirecta ayudando a mejorarlo
Mi paso por el mundo es temporal y finito, no sé si valga la pena vivirlo buscando la trascendencia, porque al final, la trascendencia sucede cuando no estás aquí, cuando ya no sientes y ya no existes, básicamente para trascender hay que dejar de ser, no me va a constar.
Sin embargo; me seduce más que en 10, 20 o quizás 30 años después de haberme ido, mi hija me recordará, y no por el “legado que deje”; sino por esos momentos inolvidables que le di al estar presente, al disfrutar la vida.
De la misma forma me gusta pensar que en el lugar de dejar un legado a sociedad como diseñador, ayudo a alguien a cambiar su perspectiva, a mirar con otros ojos y quien sabe, quizás en algún momento futuro, también me recuerde por aquello que le pude ofrecer por estar presente.
Nos vemos en la siguiente edición
Para Leer y ver 👀
The best WWDC videos about interface design
Anthony Hobday nos regala esta genial lista de videos, de esos links que debes de guardar.