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Las cosas no funcionan por ser bellas, son bellas porque funcionan
Esta es la máxima que he tratado de repetir a cada que queremos discutir sobre el valor del diseño.
No estoy diciendo que la parte estética del diseño no exista, estoy diciendo que la estética no esa arbitraría y cumple una función, entregar un mensaje en una codificación determinada para cierta audiencia; no es casualidad, es intencionalidad.
Puedes apreciar el diseño, puede gustarte o no, pero esto es diferente de si cumple su función.
Como diseñadores con un background visual, tendemos evaluar el diseño a partir de nuestros gustos, que dicho sea de paso va a depender de nuestra cultura visual.
Tendemos a pensar que el mundo necesita ser mejorado, haciéndolo más “estético”. Pensamos que si las cosas no son como un Jardín zen y están llenas de ruido no son un buen diseño. Olvidamos por completo que primero debemos pensar cuál su función.
Algunos odian Excel por parecerles un producto feo, pero solo son casual-users, los hard-users no necesitan una interfaz minimalista, necesitan que en pantalla quepan todas las columnas y filas posibles. Si no porque Numbers de Mac no es el rey de las hojas de cálculo.
Olvidamos que no se trata de como se ve, sino de como funciona, de si funciona…
Cuando evaluamos diseño, debemos hacerlo desde una posición más objetiva y menos personal, yo apuntaría a tres elementos
Lo que quiere comunicar (mensaje). Que fue lo que en el fondo se quería decir, cuál era la tarea que el usuario debe completar, cuál es el objetivo de lo que hacemos
El lenguaje para comunicarlo (contexto). Quién es tu audiencia, tu usuario, cuáles son los códigos de comunicación que comparten y que te permitirán conectar para ser escuchado
Limitaciones. No es lo mismo tener un deadline de un año y 10 millones de dólares, que 2 sprints y poco presupuesto, el diseño es eso que pasa entre lo que quieres hacer y puedes hacer.
Y claro que puede o no gustarte el resultado, pero eso es diferente a evaluar. Si no cumple su propósito será diseño fallido.
No todo debe de ser minimalista, no todo necesita estar ordenado o llamativo, pero tampoco limitarse apelar a solo la funcionalidad; pero dependerá del propósito de lo que diseñamos y para quien diseñamos.
Para muestras solo debemos de echarle un vistazo a Andy.Works, llamativas aplicaciones que buscan romper como los modelos tradicionales de como se diseña una App.
Curioso que en su estrategia de distribución solo estén disponibles en iPhone y iPad.
Tener claridad en el propósito y la función de lo que diseñamos nos ayuda a ser contundentes con lo que hacemos, entendiendo que no todo se resuelve de la misma forma, no hay recetas.
Debemos intentar ser objetivos cuando evaluamos el diseño, y separar muy bien cuando nuestros gustos personales se entrometen. Especialmente en el diseño de producto, donde la solución casi siempre responde a solucionar un problema, y regularmente un problema real.
Pero ustedes ¿qué opinan? Me encantaría saber si están de acuerdo o no, ustedes ¿Cómo evalúan sus diseños?.
Nos vemos en la siguiente edición.
Para Leer 👀
The Cost of Craft
Esta semana leí este ensayo que me apreció muy bueno, reúne muchos puntos sobre los problemas al escalar equipos; sobre todo, equipos de alto desempeño que al crecer pueden perder de ese toque al cambiar y establecer dinámicas en equipos más grandes. El reto está en mantener el equilibrio y observar que es lo que hay que ajustar.